Lavavajillas industrial: con bomba o sin bomba, ¿cuál elegir?

En una cocina industrial, cada minuto cuenta. El lavavajillas es una pieza clave para mantener un flujo de trabajo ágil, garantizar la higiene y optimizar recursos. Sin embargo, al momento de elegir surge una duda común:
¿Lavavajillas con bomba de desagüe o sin bomba?

La respuesta depende de tu instalación, el tipo de desagüe y la ubicación del equipo. Aquí tienes la guía definitiva para acertar a la primera.

Diferencia entre lavavajillas con y sin bomba de desagüe

La clave está en cómo se evacúa el agua sucia:

  • Sin bomba (evacuación por gravedad):
    El agua baja por su propio peso hacia el desagüe. Es más económico, sencillo y con menos posibilidades de avería, pero exige que el desagüe esté por debajo de la salida del lavavajillas.

  • Con bomba:
    Integra un motor que impulsa el agua hacia arriba, permitiendo instalar el equipo aunque el desagüe esté al mismo nivel o por encima. Aporta flexibilidad en cocinas con limitaciones de espacio.

¿Cuándo elegir cada opción?

  • Sin bomba: Ideal si el desagüe está bajo y puedes elevar el lavavajillas unos 25 cm para que el agua fluya sin esfuerzo.

  • Con bomba: Perfecto si el desagüe está alto, si el equipo está en una barra o si no puedes modificar la altura de instalación.


Ventajas y desventajas

Tipo Ventajas Desventajas
Sin bomba (gravedad) Más barato, menos averías, instalación sencilla Requiere altura y desagüe bajo
Con bomba Flexible en ubicación, instalación en cualquier punto Más caro, requiere mantenimiento periódico

Consejos antes de instalar

  1. Mide la altura del desagüe antes de comprar.

  2. Valora la instalación: elevar el equipo puede ahorrarte el coste de la bomba.

  3. Planifica el mantenimiento: si optas por bomba, limpia los filtros regularmente para evitar atascos.

  4. Consulta a un técnico si tienes dudas: te evitará problemas y gastos inesperados.

Mantenimiento y vida útil

  • Limpia los filtros a diario.

  • Evita residuos sólidos en la cuba.

  • Realiza un mantenimiento preventivo cada 6 meses para revisar la bomba y las conexiones.

Conclusión

Si la gravedad está de tu lado, un lavavajillas sin bomba será más económico y fácil de mantener.
Si no, invierte en un modelo con bomba: ganarás flexibilidad, comodidad y evitarás sorpresas desagradables.

Pro tip: Un mal desagüe no solo retrasa los lavados, también puede provocar olores y problemas de higiene. La elección correcta empieza antes de encender tu lavavajillas.

¿Aún con dudas? ¡Consúltanos!